¿Cuál es la amenaza si una empresa no crea una oficina de información interna?

La ley vigente sobre la protección de los lanceurs d'alerte contiene numerosas obligaciones para las empresas, como la apertura y el mantenimiento de un punto de señalización interno. Si una empresa no cumple estas normas, será objeto de sanciones penales.

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¿Para qué infracciones se prevén sanciones?

Es habitual que las leyes que imponen obligaciones a los ciudadanos vayan acompañadas de sanciones. Con ello se pretende garantizar el cumplimiento de la ley. El proyecto gubernamental de Ley de Protección de los Denunciantes prevé sanciones para cinco infracciones distintas de la ley:

Si la dirección no crea o pone en funcionamiento una oficina de información interna, la autoridad competente puede imponer una multa de hasta veinte mil euros. Por supuesto, esto sólo se aplica a las empresas que están obligadas por ley a crear una oficina de información interna. Cabe señalar que la obligación de crear y poner en funcionamiento una oficina de información se aplica generalmente desde el momento en que la ley entra en vigor. Sólo las empresas con un máximo de 249 empleados tienen de plazo hasta el 17 de diciembre de 2023 para crear una oficina de información.

Las multas restantes se refieren a la recepción y tramitación de informes de información. Si ya se ha impedido la presentación de un informe, se puede considerar una multa de hasta cien mil euros. Esto también se aplica si se ha recibido el informe pero se interrumpe la comunicación de seguimiento con el denunciante. La misma sanción se aplica si el empresario toma represalias contra el denunciante, por ejemplo, si es despedido a raíz de la denuncia. En este caso, la empresa también incurrirá en costes adicionales. En caso de violación de la prohibición de represalias, el denunciante afectado tiene derecho a una indemnización por daños y perjuicios. En los tribunales, la empresa también debe demostrar que la acción adversa no está relacionada con la denuncia, es decir, que no se trata de una represalia. Incluso si la empresa simplemente intenta impedir una denuncia, obstruir la comunicación o tomar medidas en detrimento del denunciante, se le pueden imponer multas de la misma cuantía.

Por último, las infracciones del requisito de confidencialidad también están sujetas a multas. Si la identidad de una persona que facilita información se divulga intencionadamente o incluso inadvertidamente sin autorización, pueden imponerse sanciones de hasta 20.000 euros.

Sin embargo, los denunciantes también pueden enfrentarse a multas. Este es el caso si facilitan información falsa sobre una infracción al público en contra de su leal saber y entender. Este comportamiento puede acarrear una multa de veinte mil euros. La empresa afectada también puede reclamar daños y perjuicios.

¿A quién pueden afectar las sanciones?

Las multas se imponen por comportamientos que constituyen una infracción administrativa. Esto incluye, por ejemplo, saltarse un semáforo en rojo, pero también el comportamiento mencionado anteriormente. Por lo tanto, generalmente se imponen a la persona que ha cometido el acto ilegal. En los ejemplos citados, se trata del conductor o de la persona que impidió la presentación de una denuncia.

Sin embargo, la empresa también puede ser procesada por infracciones administrativas cometidas por sus empleados. Si la dirección no vigila suficientemente el cumplimiento de las disposiciones de una ley, también pueden imponerse multas a la empresa correspondiente. En el caso de la Ley de Protección de los Denunciantes (en proyecto), se deberá pagar entonces hasta un millón de euros.

Resumen

El marco jurídico de la gobernanza empresarial es cada vez más complejo. El proyecto gubernamental de ley de protección de los denunciantes también estipula una serie de obligaciones que deben cumplirse, ya que de lo contrario existe la amenaza de fuertes multas. La creación de una oficina interna de denuncias no basta por sí sola. Más bien se necesita una estrecha colaboración con los empleados responsables, un buen cumplimiento y una documentación fiable de los procesos y documentos para evitar posibles procedimientos por infracción administrativa.